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EL PAIS, 6 de junio de 2000

Descubiertas dos ciudades egipcias bajo el mar

Menutis y Heraklion, de 2.500 años, que se encuentran cerca de Alejandría, están intactas y llenas de antigüedades

El Cairo / Alejandría
Ciudades sumergidas. Egipto faraónico. La noticia del hallazgo bajo el mar de dos antiguas ciudades egipcias cercanas a Alejandría combina la fascinación del mito de la Atlántida con los grandes sueños de momias y tesoros perdidos bajo la arena. De nuevo, Egipto se muestra como el paradigma de los grandes descubrimientos arqueológicos. En esta ocasión son las ciudades de Heraklion y Menutis, fundadas hace 2.500 años, tragadas por el Mediterráneo y halladas ahora por buceadores franceses y egipcios que han extraído del mar bellísimas antigüedades: esfinges, cabezas de faraones y estatuas de dioses como Isis y Serapis. Según los descubridores, las ciudades se encuentran prácticamente intactas bajo el agua y llevará años estudiarlas.


Cabeza faraónica de 600 años a. C.
en su lecho marino

Las ciudades, según los descubridores, se encuentran a tan sólo 10 metros de la superficie del mar y a unos seis kilómetros de la costa egipcia. Se cree que ambas urbes fueron engullidas por las aguas a causa de un seísmo.

Las dos ciudades sumergidas han sido descubiertas a una veintena de kilómetros al este de Alejandría, según anunciaron el sábado el Consejo Superior de Antigüedades egipcio y el Instituto Europeo de Arqueología Submarina, que dirige el buceador y cazatesoros francés Franck Goddio.

Las ciudades de Heraklion y Menutis, situadas en la bahía de Abukir, cerca de donde se encontraba la antigua ciudad de Canope, en la desembocadura de la ramificación occidental del Nilo, contienen vestigios de las épocas faraónica y grecorromana. Heraklion y Menutis eran célebres en la antigüedad por sus templos consagrados, respectivamente, a Hércules e Isis.

El hallazgo, según explicaron sus responsables, es resultado de dos años de investigaciones. Bajo el agua, los submarinistas han hallado estatuas, esfinges y columnas del antiguo Egipto. Algunas piezas se remontan, según los especialistas, a la 26ª dinastía (siglos VI-VII antes de Cristo) y a la 30ª dinastía (siglo IV antes de Cristo). También se han hallado monedas de las épocas bizantina e islámica. Los descubrimientos prueban que las dos ciudades, que seguramente conocieron su hora de gloria antes de la fundación de Alejandría, en el 331 antes de Cristo, por el conquistador macedónico que le dio su nombre, estuvieron activas al menos hasta el califato Omeya, en el siglo VIII.

El secretario general del Consejo Superior de Antigüedades egipcio, Gaballa Alí Gaballa, manifestó exultante, al presentar los hallazgos: "Es el descubrimiento más emocionante de la historia de la arqueología submarina". Goddio, por su parte, señaló: "Tenemos bajo el mar una ciudad intacta, congelada en el tiempo".

'Ciudad del pecado'

Heraklion, según los descubridores, era pequeña, de apenas un kilómetro cuadrado, y fue hasta la fundación de Alejandría la principal ciudad portuaria en el delta egipcio. La ciudad sumergida está enterrada en la arena submarina, pero Goddio afirmó que pueden percibirse las ruinas de las casas y las calles adoquinadas. Hay murallas de 90 metros y un muelle de 150 metros. Las paredes están caídas como piezas de dominó, lo que apunta a la teoría del seísmo.

Se cree que Heraklion y Menutis fueron fundadas hace aproximadamente 2.500 años como puerto comercial y punto avanzado faraónico para proteger las acometidas procedentes de los pueblos ultramarinos. Ambas aparecen citadas como grandes metrópolis en las obras de destacados geógrafos y viajeros de la antigüedad, como Estrabón o Herodoto, quien visitó Egipto en el año 450 antes de Cristo.

"Encontramos lo que parecían las ruinas de un asentamiento faraónico o ptolemaico cuando rastreábamos la superficie marina de Abukir en busca de los restos de la famosa batalla que enfrentó aquí a la flota de Napoleón contra la de Nelson en 1789", dijo Goddio durante la presentación del hallazgo. "Sepultadas bajo el lodo, y junto a los cascos de las embarcaciones hundidas, aparecieron monedas y estatuas que nos empujaron a pensar que otro magno secreto ocultaba esta espectacular bahía. Así que decidimos dividir los proyectos y continuar aquí un año más", agregó. "Entre enormes columnas y edificios faraónicos aparecieron capiteles, esfinges y estatuas de Isis y Serapis, cuya similitud con las fuentes antiguas que manejamos nos hacen pensar que hemos localizado la denominada ciudad del pecado, principal puerto de salida y entrada de mercancías antes de la fundación de Alejandría", aseguró.

El cazatesoros Franck Goddio

¿Se puede pedir prudencia ante una noticia tan maravillosa como la del hallazgo de dos ciudades faraónicas bajo el mar? Es difícil no dejar volar la imaginación y entregarse a los más hermosos sueños, pero la presencia del inefable cazador de tesoros Franck Goddio en el asunto obliga, ay, a poner algo de sordina. Goddio, financiado por una fundación dependiente de un grupo industrial de Liechtenstein, es un amateur y no un profesional de la arqueología, un hombre del que se dice que hace arqueología sin arqueólogos y que, no lo olvidemos, descubrió en 1996 el palacio alejandrino de Cleopatra, también bajo el agua (un hallazgo que no se ha confirmado). Hace tiempo que en el mundo de la arqueología se siguen con prudencia las empresas de Goddio, apasionado de la búsqueda submarina de lo que sea: galeones, palacios o ciudades. La figura de Goddio se contrapone, en la investigación de Alejandría, a la del -este sí- arqueólogo de verdad Jean-Yves Empereur, que seguramente ha topado con restos del mítico Faro, aunque él no lanza las campanas al vuelo. Todo ello no quiere decir que no estemos ante las dos ciudades. Pero se sabía hace tiempo que la bahía de Abukir es un gran yacimiento arqueológico. Y había noticias de Menutis desde 1933.


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