Esta colección, comisariada por Elena Castillo, es una iniciativa de la Fundación de Estudios Romanos y ha contado con el patrocinio de la Fundación El Monte, entidad que también ha colaborado en la edición del libro "El arte de comer en Roma - alimentos de hombres, manjares de dioses", un compendio de recetas a la manera de Apicio elaboradas y adaptadas a nuestro tiempo por algunos de los restaurantes más prestigiosos del país, y que desde ahora ofertarán en su carta.

Al acto de inauguración de la exposición y a la presentación del libro asistieron el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, que se encuentra en Mérida con motivo de su participación en el Aula Literaria Jesús Delgado Valhondo de la Asociación de Escritores Extremeños, la presidenta de la Fundación de Estudios Romanos, Carmen Gasset, el director de la Fundación El Monte, y el delegado de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, Fernando Molina, entre otras autoridades de la cultura y la política de la ciudad".

La colección pretende mostrar la colección del fundador de Mérida, el emperador Augusto y, sobre todo, cuáles medios políticos utilizó para difundir y asentar su programa político. Según explicó la comisaria Elena Castillo, la constitución de Augusta Emerita supuso "algo así como un golpe de estado a la república en Roma, y el inicio de un poder absoluto concentrado en la persona del emperador".

Añadió que ese poder se sustenta mediante el apoyo de todas las artes, desde escultores, lapidarios o arquitectos que crearon ciudades a la imagen de Roma y reproducen sus mismo patrones en todos los ámbitos geográficos del imperio.

Parte de esta obra artística es la que se expondrá en el MNAR hasta el 30 de mayo, aunque no se descarta que viaje a otras ciudades. Así, la exposición se compone de 16 piezas, sin contar la colección de monedas, y su procedencia es el propio MNAR, el Museo Arqueológico Nacional, el Museo de Cuenca, de Itálica, Sevilla, Zaragoza y de la colección particular de Lara del Río.

Difundir su propio retrato y de la familia imperial con patrones llevando a los propios escultores a los talleres para enseñar a esculpir la piedra, también a través de las monedas, a través de los edificios y dotando a las ciudades con las mejores infraestructuras, como puentes, acueductos, teatros y zonas de espectáculos para el pueblo.

También a través de la epigrafía y asociando su imagen a los mitos y haciéndose descendientes de los dioses, mediante una reforma religiosa importante por la que se recupera de la cultura griega el rito a Apolo, y mediante la difusión de símbolos en todos los ámbitos públicos.