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Practica el latín vivo (descargate las dos revistas en latín.
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30/09/2004 |
J. P./Elche
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www.levante-emv.com |
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Dos
estancias
de un
edificio
romano
aparecen
en
Elche |
Las
recientes
excavaciones
en
el
yacimiento
de
La
Alcudia
han
ayudado
a
datar
la
muralla
romana.
Además,
se
han
encontrado
dos
estancias
que,
por
sus
dimensiones,
no
corresponden
a un
vivienda
común.
La
campaña
que
se
ha
llevado
durante
el
mes
de
septiembre
ha
abierto
una
serie
de
interrogantes
que
los
arqueólogos
intentarán
cerrar
el
próximo
año.
Las
actuaciones
de
este
año
se
han
concentrado
en
un
tramo
de
la
muralla.
La
estratigrafía
extramuros
está
totalmente
alterada
por
los
trabajos
agrícolas
efectuados
durante
los
siglos
XIX
y XX
y no
ha
podido
aportar
datos
de
relevancia.
El
sondeo
efectuado
sobre
la
muralla
ha
permitido
conocer
que
está
construida
con
fábrica
mixta
que
alterna
piedras
con
camas
de
piedra
y
barro.
Su
altura
estaría
próxima
a
los
cuatro
metros,
aunque
por
encima
del
muro
de
piedra
que
ha
llegado
hasta
nuestros
días
habría
un
añadido
de
tierra.
Intramuros,
el
equipo
que
dirige
la
arqueóloga
Mercedes
Tendero,
ha
encontrado
dos
estancias
que
se
han
excavado
parcialmente
dado
que
la
presencia
de
dos
palmeras
ha
impedido
continuar
el
trabajo
hacia
el
norte.
Su
origen
se
situará
a
finales
del
siglo
I o
principios
del
II
d.c.
Después
de
excavar
más
de
100
metros
cuadrados,
sólo
se
ha
descubierto
la
pared
mediera
y
unos
laterales,
lo
que
permite
afirmar
a la
arqueóloga
que
«no
son
viviendas
normales.
Las
dimensiones
son
muy
grandes
y
están
en
relación
a
algún
tipo
de
construcción
monumental,
pero
vamos
a
ver
que
materiales
aparecen».
Los
estratos
situados
entre
estas
estancias
y el
paramento
interno
del
muro
ha
permitido
datar
la
muralla
en
el
siglo
I
a.c,
pero
uno
de
los
objetivos
de
las
campaña
venideras
será
«afinar
más
en
la
cronología».
Para
ello,
se
necesita
llegar
a
los
cimientos
de
la
muralla
y
sólo
será
posible
excavando
otro
tramo
en
dirección
sur
(puesto
que
hacia
el
norte
se
descompone
por
la
rampa
de
acceso
al
yacimiento)
o
realizar
un
sondeo
intramuros.
Esta
segunda
opción
resulta
más
económica
(la
primera
exige
la
contratación
de
peones
puesto
que
la
arqueóloga
no
es
partidaria
de
que
los
universitarias
efectúen
estas
tareas)
pero
supone
profundizar
en
cuatro
metros
de
tierra
que
esconden
restos
de
las
diferentes
etapas
romanas
hasta
llegar
a La
Alcudia
íbera.
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Enlaces relacionados |
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