en culturaclasica.com

en toda la Web

Practica el latín vivo (descárgate las dos revistas en latín. formato pdf)

 

Chat en latín

 

13/05/2005

Rosario Fontova / Barcelona ● www.elperiodico.com

El Museu Marítim recrea los últimos días de Pompeya
Una exposición presenta los yesos de dos víctimas de la histórica erupción
 
El 24 de agosto del año 79 después de Cristo, una violentísima erupción del Vesubio destruyó Pompeya, Herculano, Estabia y Oplontis, prósperas ciudades en la ribera del golfo de Nápoles. Plinio el Joven dejó la crónica de aquel tsunami de piedra pómez y barro incandescente envuelto en una nube tóxica de dióxido de carbono que aniquiló a unas 10.000 personas. "Muchos imaginaban que no existían ya dioses y que el universo caía en picado para hundirse en una eterna oscuridad hasta el final de los tiempos", escribió consternado el cronista, cuyo tío Plinio el Viejo murió asfixiado en la playa.

Los últimos días de Pompeya se cuentan en el Museu Marítim de Barcelona hasta el mes de octubre en una exposición que por primera vez en España reúne 200 objetos originales de la excavación arqueológica más extensa del período romano. Un día en Pompeya. Entre el Vesubio y el Mediterráneo, organizada por la Soprintendenza Archeologica di Pompei y el museo con sede en las Drassanes, contiene monedas, joyas, piezas de mobiliario, urnas funerarias, balanzas, cazuelas, bisturís de cirujano, frescos y esculturas, ajuar procedente de las casas que recubrió la lava. Elvira Matas, directora técnica del museo, señaló que tras la erupción "el reloj se paró y la ciudad quedó detenida en el tiempo".

ANIVERSARIO

La exposición conmemora el 250 aniversario de las primeras excavaciones sistemáticas que impulsó en el reino de Nápoles el futuro rey de España Carlos III. Las ruinas de Pompeya inspiraron a poetas --Goethe escribió que nunca una desgracia dió tanta alegría-- y son aún objetivo científico prioritario de arqueólogos e historiadores.
Sólo en Pompeya murieron entre 8.000 y 10.000 personas. Es perfectamente posible adivinar ese momento trágico ya que los arqueólogos rellenaron con yeso líquido el hueco que habían dejado en la tierra unas 1.100 víctimas pulverizadas por la lava, según relataba ayer la arqueóloga y restauradora de Pompeya Manuela Valentini. En la exposición hay tres de esas impresionantes figuras de yeso. Una es de un varón en cuclillas que se cubre la cara con las manos como si quisiera protegerse de la ceniza. La otra es una mujer embarazada de pocos meses en cuyo cuerpo se aprecian los pliegues de su túnica. El tercero es un chucho enroscado sobre sí mismo, la postura que adoptan los perros cuando tienen miedo .


La exposición se divide en diversos ámbitos desde el doméstico al comercial y al religioso. Y hace hincapié en la relación de Pompeya con el Mediterráneo, aunque el puerto de la ciudad no ha sido hallado ya que la erupción desvió el cauce del río y borró las orillas existentes. Particular interés revisten los objetos, desde hornos de pan hasta caldelabros, hallados en las casas y tabernae (tiendas) de la Via de la Abundancia, la calle principal de Pompeya. Conocemos la procedencia de los objetos, hallados en las casas de Julius Polybius o el griego Lesbianus. Incluso se ha recuperado una pintada de la entrada de una casa, que reza "Nada puede durar para siempre. Los placeres suelen ser viento ligero".
Current Date/Time 2

Enlaces relacionados

 
 


quienes somos| colaborar | publicidad | estadísticas | contactar | patrocinadores

©Agamador & Tiresias. Asociación cultural CULTURACLASICA.COM
asociacion@culturaclasica.com